YA ES SEMANA SANTA

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jueves, 17 de enero de 2013

BENEDICTO EN SU TIERRA

 9 al 14 de setiembre, viajó por segunda vez Alemania, y visitó las ciudades de Munich, Altötting y Ratisbona, fue en esta última ciudad donde se llevó a cabo el encuentro con el mundo de la cultura y ofreció un discurso a los representantes de la ciencia en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, donde fue catedrático y ahora profesor honorario


Una gira de seis días por su Baviera natal, su segunda visita a Alemania desde la elección de Joseph Ratzinger como jefe de la Iglesia Católica el 19 de abril de 2005.

9 DE SEPTIEMBRE 2006
Baviera (Alemania), donde visitó Munich, Ratisbona y las pequeñas localidades de Altotting y Marktl am Inn, su pueblo natal. -

Por la mañana Benedicto XVI comenzó su viaje apostólico a Munich, Altötting y Regensburg (Alemania).



Salió a las 13,45 del aeropuerto romano de Ciampino y llegó al aeropuerto Franz Joseph Strauss de Munich, capital de Baviera, a las 15.30, donde fue recibido, entre otras autoridades, por el presidente de la República Federal de Alemana, Horst Köhler, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, hija de un pastor alemán.



Tanto el presidente, que es protestante, como el Papa resaltaron en sus discursos la necesidad de continuar profundizando el movimiento ecuménico, es decir, el acercamiento entre todas las iglesias cristianas, en lo que constituyó el mensaje central de ambas alocuciones.

"Vuelvo a mi patria -dijo el Papa- entre mi gente, con el programa de visitar algunos lugares que han tenido una importancia fundamental en mi vida, (...) pero también como sucesor del apóstol Pedro para reafirmar y confirmar los lazos profundos entre la Sede de Roma y la Iglesia en nuestra Patria".


  A media tarde, el Papa se trasladó en automóvil a la "Marienplatz" (Plaza de María), en cuyo centro se halla la "Mariensäule" (Columna de la Virgen).


305

 En lo alto de la columna de mármol, hay una estatua de bronce dorado de la Virgen María, patrona de Baviera. Benedicto XVI recordó que hace casi 30 años, en 1977, comenzó su servicio como arzobispo de München con una oración a la Virgen en este lugar, y cinco años después, en 1982, se despidió de su diócesis tras recibir la llamada del Papa para ir a Roma, "dirigiendo una vez más una oración a la Patrona de Baviera, para confiar a su protección "mi" ciudad y mi patria.

 Hoy -dijo- me encuentro de nuevo aquí; esta vez como Sucesor de San Pedro".



Tras recordar que al ser nombrado arzobispo de München und Freising, se convirtió en sucesor de San Corbiniano, fundador de la diócesis de Freising, el Papa recordó la leyenda según la cual un oso había despedazado el caballo del santo, que se dirigía a Roma. Corbiniano le reprochó por aquella fechoría y, en castigo, le cargó en sus lomos la carga que hasta ese momento había llevado el caballo. "San Corbiniano -dijo el Santo Padre- dejó libre al oso al llegar a Roma.

 En mi caso, el "Amo" ha decidido otra cosa.
 Me encuentro, por tanto, de nuevo a los pies de la "Mariensäule" para implorar la intercesión y la bendición de la Madre de Dios, este vez no sólo para la ciudad de Munich y para Baviera, sino para la Iglesia universal y para todos los seres humanos de buena voluntad".

10 DE SEPTIEMBRE

Celebró misa en la explanada de la "Neue Messe" de Munich, la Feria Nueva, a la que asistieron 250.000 personas.


  Por la tarde se desplazó en un coche descubierto del palacio arzobispal a la catedral de Nuestra Señora de Munich, que custodia las reliquias del obispo Benno, patrón de Baviera.
 En su homilia se dirigió a los padres, a los profesores de religión y maestros y a los responsables de las parroquias. "Acompañad a vuestros hijos en el camino hacia la Comunión -dijo a los primeros-. Id con ellos a la iglesia para participar en la celebración eucarística de los domingos. No es tiempo perdido, (...) toda la semana es más hermosa si participáis juntos en la liturgia dominical. (...)

 Rezad juntos en casa. (...) La oración nos lleva no solamente hacia Dios sino también unos hacia otros". "Os pido que tengáis presente en la escuela la búsqueda de Dios -pidió el Papa a los maestros-. Sé que en nuestro mundo pluralista es difícil poner en marcha en la escuela el tema de la fe. (...) Estimulad a los alumnos (...) a preguntarse dónde venimos y a dónde vamos en nuestra vida".


  11 DE SEPTIEMBRE

Se dirigió al santuario mariano de Altötting, el corazón religioso de Baviera, al que acuden más de un millón de peregrinos al año.

A su llegada a Altötting, tras detenerse unos breves minutos en el interior de la iglesia, el Papa Benedicto XVI presidió la Santa Misa celebrada en la explanada del templo.

  Según la leyenda, el obispo Rupertus von Salzburg bautizó en este lugar en el siglo VIII al primer duque bávaro de fe católica.


En 1330 se colocó en el primitivo templo una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús y en 1489 la iglesia fue escenario de dos apariciones de Nuestra Señora que le dieron la fama de la que todavía disfruta.

El templo custodia además, en urnas de argento, los corazones de todos los reyes de Baviera.

Por la tarde se trasladó en papamóvil desde el Convento de Santa Magdalena a la basílica de Santa Ana de Altötting, construida entre 1910 y 1912, donde presidió la celebración de las vísperas con religiosos, sacerdotes y seminaristas.

Antes, entró en la Iglesia de San Konrad Birndorfer (1818-1894), fraile capuchino, canonizado por Pío XI en 1934.

MARKTL AM INN

[foto de la noticia]
Tras la ceremonia se trasladó en automóvil a Marktl am Inn, su ciudad natal, donde visitó la Iglesia parroquial de San Oswald.



En ella se encuentra la pila bautismal en la que fue bautizado el mismo día de su nacimiento, el 16 de abril de 1927.

 A continuación, desde el helipuerto de Marktl am Inn se dirigió a Ratisbona y en el seminario mayor de San Wolfgang cenó y pasó la noche.

12 DE SEPTIEMBRE

Se trasladó desde el seminario mayor de San Wolfgang a la explanada de Islinger Feld en Ratisbona, donde presidió la Santa Misa y pronunció la homilía.

 El Papa agradeció todos los esfuerzos para que su visita saliera bien y afirmó que se sentía "algo confuso ante tanta bondad" y conmovido al saber que diversas personas y asociaciones habían trabajado para embellecer la casa y el jardín que compartía con sus hermanos antes de su ordenación episcopal.

13 DE SEPTIEMBRE


Benedicto XVI celebró misa en privado en el Seminario Mayor.

 Luego se trasladó a la basílica de la Alte Kapelle (Vieja Capilla), a tres kilómetros del seminario, donde bendijo un órgano. "La música y el canto -dijo- son más que un embellecimiento del culto; forman parte de la acción litúrgica".

 Finalizada la ceremonia, Benedicto XVI se dirigió a pie a la casa de su hermano, monseñor Georg Ratzinger, donde almorzó.
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A continuación visitó la casa de su hermano y almorzó con él. Más tarde, se dirigieron al cementerio de Ziegetzdorf, donde están enterrados su hermana y sus padres.


 Por la tarde se trasladó a la Universidad de Ratisbona, para participar en un encuentro con representantes de la Ciencias. El Papa fue titular de la cátedra de dogmática e historia del dogma en esa Universidad (años 1969-1971), de la que fue vicerrector.

 Terminado el encuentro, se dirigió a la Catedral de Ratisbona, famosa por el coro de voces blancas. El hermano del Papa, monseñor Georg Ratzinger, ha dirigido el coro durante veinte años y actualmente es director emérito.


 14 DE SEPTIEMBRE

 se trasladó desde Ratisbona a Freising, donde celebró un encuentro con los sacerdotes y diáconos permanentes en la catedral de Santa María, en la que fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951.



 Años después, enseñó teología en el seminario diocesano de esa ciudad. Entre otras cuestiones habló de pastoral vocacional. "Hay que tener siempre presente -comentó- lo que afirma el texto bíblico: es "el Dueño de la mies" el que manda "los obreros" a su siembra. Jesús no dio a sus discípulos la tarea de ir a llamar a otros voluntarios o de organizar campañas de promoción para recoger nuevas adhesiones, sino la de "rezar" a Dios". Este hecho no significa, puntualizó, que la pastoral vocacional "tenga que limitarse a la oración. Rezar al dueño de la mies quiere decir que (...) solo permaneciendo en íntima comunión con el Dueño, (...) que está lleno de amor y compasión por la humanidad, se puede involucrar a otros obreros en el trabajo por el reino de Dios". "No hay que moverse dentro de una lógica de números y de eficiencia, sino de gratuidad y entrega. (...) Los obreros de la mies de Dios son los que siguen las huellas de Cristo y esto presupone el desprendimiento de sí mismo y la plena "sintonía" con su voluntad".


Tras el encuentro, el Papa se dirigió al aeropuerto internacional Franz Joseph Strauss de Munich para tomar el avión de regreso a Roma. En el discurso de despedida, dijo que durante aquellos días se había dado cuenta de "cuántas personas en Baviera se esfuerzan también hoy por caminar por los sendas de Dios en comunión con sus pastores, comprometiéndose en dar testimonio de su fe en el actual mundo secularizado".
http://www.fluvium.org/textos/lectura/lectura1059.htm

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